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Del oro panamericano a los Juegos Olímpicos.


Después de 32 años, Uruguay tiene una tripulación que se sube a lo más alto del podio de los Juegos Panamericanos. 16 años después de la última medalla, en la que también estuvo Leandro Salvagno, campeón en Lima 2019 junto a Bruno Cetraro, Marcos Sarraute y Martín González. Si eres de la familia del remo, seguramente esto ya lo sepas. Si no eres un aficionado a nuestro deporte, seguramente también lo sepas, ya que ha estado en todos los noticieros, informativos, programas deportivos, radios y sitios web.

Hoy no quiero hablar de la hazaña de Lima, sino de qué le espera al remo uruguayo de cara a Tokio 2020. A diferencia de otros deportes, en los que los tiempos homologados, o el ranking final de los JJ.PP. otorgaron o no cupos, el ser campeón panamericano no otorga directamente el cupo a los Juegos Olímpicos.



La clasificación olímpica se realiza en el Mundial de Remo que comenzó el 25 de agosto, donde las potencias del remo mundial intentarán clasificar sus botes. La presencia uruguaya en este mundial está conformada por Bruno Cetraro, en el single peso ligero (categoría que no es olímpica), y Enrique Font, en el single adaptado, buscando un cupo para los juegos paralímpicos. En definitiva, Uruguay no buscará la clasificación directa a través del mundial.


Luego habrá clasificaciones continentales, para el single abierto y el doble par ligero femeninos y masculino, y una clasificación mundial final en mayo de 2020. Desde la institución de estas clasificaciones continentales, para Atenas 2004, Uruguay ha estado presente en todos los Juegos Olímpicos, llegando a los cupos a través de esta instancia.


¿Qué remeros uruguayos estarán en Tokio 2020?

La respuesta es aún incierta. Si sabemos cuantos cupos hay para Latinoamérica, que se decidirán en Río de Janeiro del 2 al 5 de abril de 2020: Cinco cupos para el single abierto (sin límite de peso) masculino, cinco para el femenino, tres cupos para doble par peso ligero masculino, y tres para el femenino.




El doble par peso ligero masculino ha sido la más peleada en los últimos clasificatorias, en general con finales agónicos en que el photofinish decide de que lado quedan nuestras tripulaciones. Uruguay, presente en 2004, 2008 y 2012, no pudo clasificar para Rio, y con miras a Tokio, hay muy buenos remeros en esta categoría: Bruno Cetraro, Mauricio López, Leandro Rodas, Felipe Kluver y Álvaro Silva, entre otros, participaron en los juegos panamericanos y podrán pelear por su lugar en el doble.



En la rama femenina, Uruguay no pudo clasificar a Lima el doble par peso ligero, y Sabrina Díaz, quien compitió en el single peso ligero, probablemente opte por buscar el cupo en el single abierto femenino. Si bien el remo femenino en Uruguay ha crecido en términos exponenciales en los últimos tiempos, no se vislumbra que surja una tripulación que pueda quitarle cupos a las potencias latinoamericanas. Díaz podría hacer historia si logra la clasificación en el single abierto femenino.


La categoría que nos queda es el single abierto masculino, el único bote clasificado a Rio 2016, y para el cual clasificarán cinco remeros. En la instancia continental, quien obtenga el cupo en la regata debe ser por reglamento quien compita en los Juegos, por lo que todo apunta a que las eliminatorias para decidir quién será el singlista uruguayo para Tokio será tanto o más electrizante que la propia clasificación.



Además de Cetraro, Sarraute, González y Salvagno, los campeones panamericanos pero además todos notables singlistas, también pueden estar en la disputa de ese cupo Mauricio López, quien compitió en el single en Lima, y Martín Zócalo, el campeón sudamericano juvenil en single y doble, que compitió en el doble par abierto en los panamericanos. Esas eliminatorias estarán para alquilar balcones.


Una vez elegido el singlista uruguayo, hay que ver como están las cosas por el continente. Argentina, Brasil, Chile, México, tienen grandes remeros que buscarán su clasificación, especialmente Cuba, en que Angel Fournier, campeón panamericano y sexto en Rio 2016, quedó fuera de la clasificación directa en el mundial.


Hay dos normas del reglamento que hay que tener en cuenta. La primera, si un país clasifica ambos botes en el mismo sexo, solo puede llevar uno (el máximo es un bote masculino y un bote femenino por país). Al menos en la última edición, quienes clasificaron el doble par optaron por ese bote, por lo que quedaron cupos adicionales para los que le seguían en el ranking del single abierto. La segunda, que, si algún país clasifica dos botes de forma directa en el mundial, no podrá presentarse al clasificatorio continental, por lo que al menos yo estaré hinchando por todas las tripulaciones latinoamericanas que están compitiendo en Linz.


Tokio 2020 parece muy lejos, pero está en la mira de todos los remeros. Hay varias etapas previas aún a la regata de clasificación olímpica, y la conformación de las tripulaciones nacionales. En definitiva, queda mucha agua por pasar debajo del puente, o mejor dicho, debajo del bote.

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